viernes, 5 de septiembre de 2008

Y ahí va la bolita...

Hace ya un par de meses deambulaba junto a un par de amigos por los concurridos bordes del parque Kennedy contemplando, sin un centavo de presupuesto extra, las enormes hamburguesas que vendían en cierto local y esperando, sin ningún reparo, que nuestras enamoradas dignaran aparecer en el lugar acordado a la hora acordada. Claro está que ya habían transcurrido unos 15 minutos de plantón cuando sostuvimos una interesante conversación:

- Huevas… y qué planes pa mañana?
- Nada pes… quedarme en la jato nomás con resaca si es posible
- Ah chévere… y tu individuo?
- Ah yo? No sé… si me levanto iré a pichangear con mi viejo, sino jatear nomás
- Pichangueas con tu viejo?
- Claro, todos los domingos jugamos en una canchita… allá en Plaza Hogar… hablen se apuntan?

“Se apuntan”… Listo! la mágica palabra había aparecido y aunque el día siguiente (post fiesta) no era la mejor fecha para un encuentro futbolístico, no negaré que el palpitar de nuestros corazones (incluido el del Huevas que no tiene físico ni para jugar canicas) anunciaba a viva voz nuestro sincero deseo de participar en el plan

Una semana después, a las 10 de la mañana, en la esquina donde se para el emolientero en la noche, me encontré con el Huevas para encaminarnos a la dichosa pichanga. Tomamos incluso un taxi (que considero un gasto digno solo de ocasiones exclusivas) para llegar temprano y tener tiempo de un buen “aflojamiento”, cambiarnos con tranquilidad y ubicar a la gente.

Una total sorpresa fue ese día… Durante 10 minutos de calentamiento rompimos muchos mitos, como pintar al Huevas cual inútil que no sabe ni que es una pelota de 32 paños o como creer que su servidor aún tenía físico, pues lamento admitir que no fui capaz de durar 15 minutos de partido sin salir al camarín (léase baño pseudos-decente) con arcadas.

Mientras el contenido de mi estómago trataba de salir contra mi voluntad, recordaba (deseaba volver a) los viejos tiempos del colegio, los clásicos intercolleras de los recreos cuando cada uno era LA FIGURA de su salón y que cada jugada era ovacionada por sus compañeros en las gradillas.

Flashback….
Segundo recreo, cancha de Jorge Chávez/APAFA

- Ya pes hablen como es
- Lo de siempre: Marco tapa, Wicho (yo) tu juegas con Pato en la Defensa, nosotros 3 alternamos adelante y los demás se sientan
- Oe ya pero entramos a la mitad… Wicho cambiamos pes
(En esta frase reside mucho de mi orgullo futbolístico)
- No nada que ver! Wicho no sale huevón si quieres salgo yo

Partidos aquellos… recuerdo cuando Renato metió la cabeza y evitó que nuestro equipo meta el gol de la victoria, recuerdo cuando metí dos goles en un solo partido y que mi enamorada en ese tiempo no me vio, recuerdo cuando casi me partieron la pierna por detener al aprovechado delantero ante el indefenso Marco Antonio (arquero de mi equipo), y especialmente recuerdo llegar media hora tarde a la siguiente clase y ser aplaudido o apabullado

En la universidad también jugamos ya que es típico que a todos los cachimbos nos metan en un campeonato, lo único lamentable para mí fue viajar 1 hora todas las noches desde el ICPNA de San Miguel hasta el Campus deportivo de Mayorazgo, pero el futbolero dentro de mí podía más y no dudaba en cargar mi maletín con las viejas Walon (que remplazaron a las guerreras Verco) desde la casa al instituto, luego al partido y finalmente de regreso a la casa. El fútbol lo era (si es que no lo es) todo: la emoción, el griterio, la sudadera, las patadas, los goles, las mierdeadas, los fouls, los cambios, los bloopers (RENATO!) y la piconería.

Díganme pues… ¿Quién no ha jugado una pichanga en su vida? O más general aún… ¿Quién no ha vivido (desde la cancha o fuera de ella) la emoción de un partidito?

Hablen… ¿Se apuntan?

P.D.
Stephanie: Ballack ya esta viejo
Renato: La haces bien como defensa de mi equipo, pero más como defensa del otro, aún así se te quiere… ¿Cuándo jugamos?
De mí para mí: Cuando tengas plata cómprate algo decente pues… que no sean Walon y menos Verco!

Pepe se apuntó, yo quiero jugar en su equipo:

viernes, 29 de agosto de 2008

The Blogger Strikes Back

29 de Agosto de 2008… Después de meses que retomo la responsabilidad (si, responsabilidad debo decir) de abrir mi ya obsoleto Microsoft Word 2003 y redactar unas líneas libres para dedicarlas a este espacio.

Será porque hace unos minutos terminé de leer “Ángeles y Demonios”, obra que quería leer hace meses de meses y que me pareció simplemente increíble...



O porque me detuve un momento a husmear por la Web sobre la gran acogida que tuvo Renato Cisneros en la presentación de “Busconovia: El Libro del Blog”...



Que vuelvo donde mi querido amigo y le ofrezco una disculpa por ser tan descuidado.

Reviso los últimos “Post” y sus respectivos comentarios, y debo manifestar mi agradecimiento al siguiente anónimo:

Anónimo dijo...
Resulta interesante leerte y tu ausencia ahora resulta preocupante, cuéntanos si cambiaste de giro o se te acabo la tinta. Dispensa las líneas, ya se que los genios son medio locos y por la tonalidad se te nota algo de ellos.


Si lees ahora debo confesarte que es gracias a ti, a la preocupación que me mostraste en tus líneas unos meses atrás que ahora tengo nuevos aires para retomar esta pluma virtual.

Disculpándome por la brevedad y la ausencia de material real, creo que esto es algo por ahora. Lo que viene después diría que literalmente con el tiempo “será escrito”

martes, 19 de febrero de 2008

Stalemate

¿Cuándo fue la última vez?...

Si mal no recuerdo, han sido ya un par de meses desde la ese día en la universidad, y diría que aquella vez, aunque los resultados no fueron los esperados, fueron más que satisfactorios. No negaré que sonrisas, sonrisas y sonrisas han pasado, pero honestamente creo que fueron MUY pocas aquellas que realmente llamaron mi atención y cuyo rostro guardaba, o al menos yo creía que guardaba, algún tipo de secreto

Olvidemos la universidad ahora... vayamos mas hacia lo mundano-berraco, como mi clase de inglés en el ICPNA

Llamémosle “w”… “w” era una de esas chicas que tienen tendencias suicidas, y que gustan de salir a las calles con esas faldas que mas parecen correas. Ella se sentaba frente a mí en el salón y, para mi sorpresa, su sola presencia causaba curiosos estragos en mi tranquila área de estudio.

Su rostro era hermoso (a pesar que sus facciones me recordaban mucho a la enamorada de mi mejor amigo; no te lo tomes en serio) pero lo que en verdad me desquiciaba era su sonrisa, que dibujaba muy seguido en su rostro, como si supiera lo sedante que era para mi

Puestas las fichas y marcado el tablero, me acerqué en los subsiguientes días y traté de tomar mis cartas en el asunto, mismo César Ritter en el comercial de Brahma.
- Hola
- Hola….

Fue considerablemente simple, y francamente me sorprendió mi osadía en aquel momento. Claro que debemos notar que todo fue producto de un accidental trabajo en parejas, porque sino aquel encuentro jamás se habría consumado.

Mi valentía pronto me lleno de esperanzas y aunque no me gustaba el hecho de que “w” usara sus “faldas-correa” de cuando en cuando, pensé que era un detalle que podía pasar por alto.

Todo fue por buen camino hasta un fatídico día en el que entre conversación y conversación me enteré que la bella “w” tenía 15 años. 15 AÑOS!!! He aquí mi disyuntiva: Lidiar con esto y arriesgarme a seguir cambiando pañales? O, dada sus facultades de beba, olvidarlo todo de una buena vez? Clase tras clase solía darle vueltas a estas preguntas en el salón y típica inmadurez, tomaba una postura diferente por día.

Mi indecisión llegó a su fin el último día de clases, cuando me dije que no era justo juzgar a una chica pensando en mi pasado y que no perdería nada al darle (y darme) una oportunidad.

Llegué pues el último día con ganas de verla y de invitarla a salir, sintiéndome la persona mas decidida del mundo y agregando mi buen humor dado que había terminado el curso con honores, así espere su llegada recordando una vez mas mi alegría por la firmeza de mi decisión.

A veces uno no tiene todo el tiempo del mundo para tomarse, es algo que estoy aprendiendo… esta historia termina de una manera simple: Ya me gradué y sin embargo hasta ahora la sigo esperando… para variar, un típico final

jueves, 20 de diciembre de 2007

Metamorfosis

Una vez más algo de ficción.
(Tiene dedicatoria... y cuando lo leas entenderás)


Te extraño… donde quiera que estés, quiero que sepas que te extraño…

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi... también desde aquel último abrazo que compartimos y que nos llevó (o al menos a mí) al límite de la felicidad.

Te alejaste... y por un momento traté de dejarlo todo por ti, todo lo que había construido hasta ese momento con mis esfuerzos, pensando que mi vida estaba fundamentada en la tuya. Simplemente despareciste, dijiste: ADIOS. Tres meses de agonía y resentimiento siguieron a ese adiós, ese adiós que simplemente me dejo en el aire y estuvo escaso de explicaciones, enseñándome así que en la vida no todos los actos están justificados.

Trate de fingir, de sobrellevarlo todo diciendo que nada raro pasaba, que todo era un suceso mas de la vida y que ya me acostumbraría. La situación duro muy poco, en el transcurso de los días me volví histérico, irritable y aparentemente vivía totalmente desubicado. Cuando me sentí en lo mas profundo del hoyo, con una vida llena de desesperanza y soledad, logré (con ayuda ajena) abrir los ojos y volver a mí

Las cosas volvieron a tomar forma, la vida aparentemente recuperó su sentido y mis viejas metas, antes fundamentadas en ti, se volvieron propias. Algunos dicen que viví tres meses persiguiendo una ilusión pasada vana, pensando en un cariño inexistente y poniendo mis sueños en un pilar inestable… estoy de acuerdo y no me arrepiento de nada, porque aquella ilusión fue la que me hizo vivir una de las mejores etapas de mi vida y sin ella probablemente no sería lo que soy ahora.

Ahora mi vida es distinta, todo eso quedó muy atrás como un recuerdo colegial. Esto no significa que te haya olvidado, y mucho menos que te odio… al contrario, te quiero de una manera especial, no tengo una manera de explicarlo pero lo que siento por ti es muy curioso, y dudo que algún día cambie, para bien o para mal.

Hoy 2007 casi 2008, ingresaré a mi segundo año de universidad y no se si lo sepas pero estoy muy distinto a la última vez que nos vimos.

Como dije antes, te extraño y acepto que me faltas... pero se que es muy difícil que vuelvas e incluso si lo haces nada será igual, solo espero que te encuentres bien y que tengas una vida feliz porque yo así lo hago… al pasar el tiempo… He cambiado.

Te quiero mucho... Papá

domingo, 9 de diciembre de 2007

Retake

Reencauche... después de.. MUCHO tiempo, no?

Para quien exija explicaciones, hemos tenido por aquí unas semanas muy movidas... con retoma de Joseph en arequipa, con exámenes finales, con estrés por las notas y muchos otros detalles.

El porqué de la retoma del blog para todos los interesados: YA ESTOY DE VACAS! (si, acéptalo, 4 meses de sostenido... aburrimiento?) y con suerte este sitio dejara de ser un guardapolvos mas en la web, al menos hasta que invierta mis 100 dólares y pueda llenar de nuevos juegos este aparato

Por lo pronto nos limitaremos a discutir eventos recientes... Se agradece por la comprensión...

lunes, 22 de octubre de 2007

Frases combi...


Las que día a día escuchamos, con las que hemos aprendido a convivir y que se han vuelto parte del culto léxico de andar por las calles de Lima, provecho con ellas:
...

Su servidor cada mañana corriendo detrás de la custer, el gran cobrador says: “Sube causita sube al toque… Pie derecho, pie derecho… pisa pisa!!”

El carro repleto y uno parado cerca de la puerta, diálogo entre el cobrador y una persona cualquiera.
- Avanza al fondo flaco, a la izquierda hay sitio
- A donde broder? Si ya no hay sitio??
- No te diria que avances si no habria sitio
- QC??? –lease QUE CARAJOS-

20 metros mas allá, en una esquina un datero:
“1-3-0… correteo adelante, va con cinco”

El mismo cobrador en actitud insolente cuando uno le paga:
“Flaco a donde vas… luca veinte el pasaje ah… completa completa”

Yo, o casi cualquiera enseñando el carnet universitario:
“Cobrate medio” el insolente responde: “A donde vas causita?”… Yo: “Te dije que te cobres medio!”

Cuadras mas allá el chofer divisa un policía, y grita al cobrador:
“Cierra, cierra nos vamos con todo, que esta a tombería!”

Después de 5 segundos de constante aceleración y una frenada estrepitosa, una señora se pronuncia al respecto:
- Ay no sea bestia por favor, maneje con cuidado, que no ve que hay personas en este carro, mal nacido, andino, cholo, insolente, faltoso, igualado no tienes criterio, te has comprado tu brevete, no no.. policía, policía!
Mientras el chofer responde:
- Señora déjeme trabajar o bájese….

Una célebre frase, al bajar de la combi, una vez mas el cobrador, sin pensar en las consecuencias, dice a una chica: “Baja con cuidado bebe”

lunes, 17 de septiembre de 2007

Untitled


Siempre me he cuestionado las teorías de la forma y la esencia, aquellas que cientos de sabios tratan de explicar como la complementación del cuerpo con el alma, mientras afirman la inexistencia de estas partes aisladas.

Ninguno de ellos ha llegado a la verdad hasta ahora… tal vez nunca lo hagan.

En mis cortos pero bien vividos 20 años me jactaba de haber experimentado tantas cosas y posiblemente, como todas las personas de mi edad, creía saberlo todo. Me dignaba incluso a expresar las más descabelladas opiniones sobre cualquier monada que me llegaba a oídos y se refería al tema: “Los occidentales buscan la perfección de la forma, mientras los orientales priman la compleción de su esencia. A mi opinión argumentos tontos, creados por viejas generaciones para estereotipar nuestra sociedad y dividir aún mas los polos del mundo”… Ese fue el lindo discurso que di aquella vez en clase de lenguaje, tratándose de una exposición de tema libre, no pude desperdiciar la oportunidad.

Mi inclinación por el cuestionamiento de la forma y la esencia probablemente surgió de la manera más tonta posible: por una decepción amorosa. Sí, lo acepto, formé parte de las filas de frustrados sentimentales que recorren las calles de Lima sin hacer nada mas que lamentarse por su mala suerte mientras cargan con la cruz que, para ello, es la más grande del mundo y que además se piensan cuerpos sin un alma, o mejor dicho, con un alma robada por otra persona

Parece tanto el tiempo que ha pasado desde el surgimiento de aquella inquietud, desde aquellos 7 u 8 meses en los que te miraba fijamente, en los que no hacía más que perseguirte y tratar por todos los medios de sentarme junto a ti en el salón de clases, en los que mi única razón eras tú. Viviendo en la constante incertidumbre, perdidamente enamorado y sin el valor suficiente como para decírtelo.

He ahí mis motivos que después de mucho tiempo de análisis concluyo como tontos, pero que sin embargo, al final de aquellos meses de sentimiento, fueron los que me llevaron a responder todas mis preguntas sobre el alma y el cuerpo de la manera más abrupta que uno podría imaginar.

Todo sucedió muy rápido ese día, como era costumbre íbamos sentados en el mismo carro viajando por la avenida y conversando tranquilamente. Tú sabía de mis sentimientos pero aún así me tratabas dulcemente solo como un amigo, eso te hacía aún mas linda para mí. En cierto momento, para mi sorpresa, te apoyaste en mi hombro diciendo que hacía mucho frío y que estaba cansada. Yo, el más precipitado, te enfrenté y dije: “No puedo más con esto, aunque hoy destruya nuestra amistad, quiero que sepas que te amo” En ese momento sentí una tranquilidad enorme y a la vez una impaciencia increíble, todo estaba dicho y no hacia nada más que esperar una respuesta.

No me hiciste esperar mucho, solo levantaste la mirada y dijiste: “Probablemente nuestra amistad se acabe aquí, pero quiero que sepas que yo también te amo”… mientras acercabas tu rostro al mío. Pude sentir durante ese tiempo la calidez de tu respiración, tus labios a menos de un centímetro de los míos parecían devolverme el alma perdida.

Estando a solo unos milímetros de tus labios escuché sonar una bocina, unos frenos y luego todo desapareció, no podía creer que ni siquiera te había dado un beso y ya había perdido el conocimiento. Cuando desperté me encontré en un salón blanco tirado en una camilla. A mi lado había una niña, que parecía no notar mi presencia y mirar fijamente a la persona de al lado. En el instante me reconocí en un hospital y aceleradamente me levanté para verte. Efectivamente estabas en la camilla de al lado, y para mi tranquilidad, tu diagnóstico decía: “Estable, herida producto un accidente de tránsito”

Eso explicaba mi desmayo, pero en ese momento no pensaba en besarte, sino en que sobrevivieras, mi diagnóstico supuse que indicaba algo mejor. Mi alma estaba de vuelta y me indicaba que no podía permitir que te fueras.

Creo que no comí en días por quedarme junto a ti, los doctores entraban y salían con un diagnóstico nuevo cada vez, en el ínterin supe que habías perdido la vista, en mi dolor, no hacía más que quedarme inmóvil a tu lado. Una noche empezaste a llorar, probablemente de dolor mientras yo te tomaba de las manos, diciéndome en voz baja que no tenías más motivos para vivir, que no querías seguir con esta historia en camilla, e incluso trataste de sacarte el suero que te mantenía con vida. Mi desesperación fue grande en ese momento y evitando que completaras tu acometida de suicidio te respondí lo hermoso que era el mundo por ti, que mucha gente te quería y que estaban preocupados por ti, esperando tu recuperación. Después de algunos minutos desististe en el intento, y con una sonrisa en el rostro dijiste: Gracias.

En los siguientes días te recuperaste rápidamente y saliste del hospital, cruzaste a mi lado sin decir nada, era una de tus jugarretas de costumbre, estabas de vuelta y me alegraba notarlo. Tu familia te esperaba afuera y te llevaron a casa en un taxi, yo los seguí en otro por mi cuenta, dando una última mirada a las camillas antes de irme.

Entramos en tu casa y por primera vez pude ver que tenías un par de fotos nuestras en tu sala. Hubo una larga conversación con tu familia y cuando ya se hacía tarde subiste a dormir. Henos aquí ahora: Tú a mi lado durmiendo y yo revelándote mi historia completa.

Cuando despiertes pensarás que todo esto ha sido solo un sueño pero en el fondo sabrás que siempre estaré a tu lado. Aún sigo en este mundo, probablemente solo por ti, quizá tu amor fue el que me salvó, porque no estoy muerto a pesar que mi cuerpo siga en coma en aquella camilla. Yo soy esencia para ti… esencia y forma separadas, salvadas con un solo objetivo: Tú… porque aún te amo