martes, 5 de junio de 2007

De alguna forma... en el bus

Casi a diario, puedo escuchar alrededor de las 5:30 AM un estruendo en el dormitorio que grita la orden casi militar de levantarse, es mi celular, no mi madre. Claro, para mí es la orden de despertarse, porque el siguiente paso lo efectuaré mas o menos después de 20 minutos cuando el estruendo que se escuche en el dormitorio sea esta vez mi madre, la conciencia grite por las obligaciones pendientes, y ademas sea el momento en que note que el tiempo esta absolutamente en mi contra.
10 minutos (ningún otro animal sobre la tierra podría hacerlo mejor) son más que suficientes para cambiarse la pijama por algo casual y decente que lucir en el transcurso de la mañana, meter dos o tres cuadernos sin forro a la mochila, tomar un café con leche como si fuera un vaso de Dasani y finalmente coger las llaves de casa para correr dos cuadras hasta el paradero.
Una vez en este lugar casi mágico, ruegas al cielo que el bus pase rápido y con un asiento vacío, antes de que el frío termine de endurecerte las orejas. Con suerte unos minutos más tarde tu solicitud a los arcángeles será complacida de alguna manera, con la llegada del mítico bus.
Un viaje de 1 hora no es nada satisfactorio, sobretodo si vas de pie, escuchando a la gente que no hace más que quejarse del frío, de la política, de su trabajo o de su familia.
Ha sido una mañana larga y después de estar sentado por unas 6 horas en la universidad puedes emprender el viaje de regreso... una hora más de quejas de la gente, esta vez del calor, de los resultados de sus exámenes, del último partido que perdió su equipo o simplemente del gato que se cruzaron en la calle.
La tarde es mucho más "tranquila", solo es cuestión de bajar del bus, caminar a casa y tomar un pequeño bocadito en 20 minutos (porque eso no puede ser llamado almuerzo) para ir rápidamente al paradero y subir a otro bus esta vez de 60 segundos, bajar en el colegio para ensayar durante 3 horas y luego una vez más correr al paradero... si, si otra vez, valga la redundancia. Subir al bus nuevamente y esperar unos 45 minutos antes de llegar a las clases de inglés, que deben durar 1 hora y 30 minutos si es que en nuestra mala suerte el profesor llega temprano.
La última vez que tomas el bus también lo haces corriendo, pero el asunto es ¿porqué?... La respuesta es fácil: simple necesidad de comodidad. Si antes uno corre por el tiempo en contra, ahora uno corre para conseguir un asiento en el bus, contando que tienes q bajar 10 pisos esquivando gente y rogar que en la congestión vehicular seas el primero en avistar un carro casi vacío que pueda llevarte, es una tarea complicada.
Ya es de noche cuando llegas a casa para comer tranquilamente por primera vez en el día, y para sentarte frente al computador a "hacer las tareas" respectivas del día. Tan solo dispones de una hora para terminar todas tus tareas, y contando las numerosas obligaciones académicas, no académicas, "futbolísticas" y "extra futbolísticas" que puedes tener, el tiempo queda corto. Sin darte cuenta ya estás una vez mas en el paradero corriendo tras el bus que ruegas otra vez, tenga un asiento disponible.

5 comentarios:

Renato Constantino dijo...

Leyendas urbanas sobre el micro... interesante mi querido amigo. Tú sabes, el micro puede ser estudio, refugio de amantes, dormitorio, mesa, y sobre todo, lugar privilegiado para la terutlia y la reflexión.

Anónimo dijo...

todo tu dia wixittoo.azu q agitadOoo...jajaja!!peo valla manera d xpresarT..esa facta noo t la konociaaa, scribes muy bien aunq tranki con las redundanciass....jeje! oie n vz d scuxar las kejas d las personass...studiaaaaaaaa mellaa..sakale el "jugo" a la universidadd..dja d webearr..xD mnnterA io se q eRes el mjor...
weno...tkm niniO!!sigue asi..=D!
iO pe..nu tngO bloGger..Marise !!

la huella perdida dijo...

nunca encuentro forma exacta para describir un bus, pero no creo q muchos se pongan a pensar en eso cuando estan mas preocupados en si entonctrarn a asiento, o cuanto tiempo estaran parados antes de poder sentarse. buscar una forma logica de lo que haces a diario es lo mas ilogico del mundo, solo tienes que hacerlo, porque tu mente lo indica, porque tu cuero pase mueve en fin asi es como debe llevarse el dia...corriendo por un micro

Carlos M. Sotomayor dijo...

Felicitaciones, Luis. Un excelente texto. Una buena manera de escribir puede darle a un hecho cotidiano ribretes de algo trascendente. Sigue así.

Anónimo dijo...

Buena Isafeyo, bastante interesante y muy alentador poder encontrar este pequeño espacio tuyo en el ciber espacio. Ya tengo otro lugar más para entretenerme en mis dias de aburrimiento allá en algún lugar del Atlántico... Sigue pa'lante que esa cabecita tiene aun mucho más por desarrollar

Ollie