1:15 PM... como todo jueves... en "el reposo del guerrero", esta vez con la pierna arañada pero felizmente con el estómago contento...
Reflexionando sobre la pierna arañada concluyo, una vez más, que la vida da muchas, muchas vueltas. Cada vez que uno jura que va a dejar de hacer o practicar algo, siempre se presenta una situación para retomar (o recaer en?) la misma actividad (vicio?).
Me pasó ayer, ya que después de mucho tiempo volví a jugar fútbol (o al menos lo intenté), esta vez ya en la universidad con un sabor diferente; también con el aire que me faltaba, las piernas que me dolían y la pelota que daba vueltas por aquí y por allá mientras yo estaba metido en el centro de esa cancha corriendo de un lado para otro una vez mas como en los buenos años.
¿Por qué lo había dejado? bueno... simplemente digamos que estaba algo frustrado con el antiguo desempeño de los equipos a los que pertenecía, y como toda persona tiene paciencia, toda persona también tiene su límite, así decidí dejarlo.
Mágicamente se presentó la oportunidad de jugar, yo dije "ya pues será" y me metí a la cancha sientiendo esa peculiar emoción que te envuelve poco a poco con cada paso que das, cada pelota que pateas y cada minuto que pasa.
El partido fue de trámite extraordinario: llevando las de perder, la garra y el corazón hicieron milagros sacando un empate que sabe a victoria. Todos satisfechos por tener un punto, por haber hecho maravillas durante 5 minutos (claro está que sufrimos como 35 minutos previos), por tener las piernas adoloridas, las cabezas golpeadas y las camisetas embarradas.
Seguiremos adelante (o eso espero) ganando, perdiendo, empatando, pero seguiremos adelante. No creo que sea el único, tampoco creo q seamos todos, pero hay cosas en la vida de las que uno nunca se olvida, cosas que aunque uno pueda dejar por un año, dos o más, siempre estarán ahí para ayudar en el momento mas necesitado.
Espero que el fútbol sea mi único vicio, antes, ahora y siempre...
Reflexionando sobre la pierna arañada concluyo, una vez más, que la vida da muchas, muchas vueltas. Cada vez que uno jura que va a dejar de hacer o practicar algo, siempre se presenta una situación para retomar (o recaer en?) la misma actividad (vicio?).
Me pasó ayer, ya que después de mucho tiempo volví a jugar fútbol (o al menos lo intenté), esta vez ya en la universidad con un sabor diferente; también con el aire que me faltaba, las piernas que me dolían y la pelota que daba vueltas por aquí y por allá mientras yo estaba metido en el centro de esa cancha corriendo de un lado para otro una vez mas como en los buenos años.
¿Por qué lo había dejado? bueno... simplemente digamos que estaba algo frustrado con el antiguo desempeño de los equipos a los que pertenecía, y como toda persona tiene paciencia, toda persona también tiene su límite, así decidí dejarlo.
Mágicamente se presentó la oportunidad de jugar, yo dije "ya pues será" y me metí a la cancha sientiendo esa peculiar emoción que te envuelve poco a poco con cada paso que das, cada pelota que pateas y cada minuto que pasa.
El partido fue de trámite extraordinario: llevando las de perder, la garra y el corazón hicieron milagros sacando un empate que sabe a victoria. Todos satisfechos por tener un punto, por haber hecho maravillas durante 5 minutos (claro está que sufrimos como 35 minutos previos), por tener las piernas adoloridas, las cabezas golpeadas y las camisetas embarradas.
Seguiremos adelante (o eso espero) ganando, perdiendo, empatando, pero seguiremos adelante. No creo que sea el único, tampoco creo q seamos todos, pero hay cosas en la vida de las que uno nunca se olvida, cosas que aunque uno pueda dejar por un año, dos o más, siempre estarán ahí para ayudar en el momento mas necesitado.
Espero que el fútbol sea mi único vicio, antes, ahora y siempre...
3 comentarios:
que chevere que estes jugando de nuevo, xq x lo q me habian contado lo haces muy bien... y si tu juegas seguro y ganan jaja =P
¿Único vicio? Creo que no. Pero bueno, yo espero tener muchos vicios, al menos hasta que ellos no me tengan a mí. O quizá que un par de ellos me tengan a mí. ¡Qué carajos!
Felicitaciones Luis Alfredo muy entretenidas tus narraciones, me han hecho recordar mis epocas de estudiante y los viajes en bus, espero no dejes e seguir escribiendo.
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